A medida que tu bebé va creciendo, empezarás a notar todo tipo de cambios en sus movimientos intestinales. Algunos cambios en el color o consistencia de su popó son normales, pero otros cambios pueden ser señal de una condición problemática conocida como estreñimiento.
Muchas cosas pueden causar estreñimiento y puede ser confuso para los padres y cuidadores saber cuál es la causa. En la mayoría de los casos, el estreñimiento es temporal, algunos ajustes en la dieta y los comportamientos alimenticios de tu bebé pueden hacer que su sistema digestivo vuelva a moverse con regularidad. Sin embargo, el estreñimiento crónico – o repetitivo- puede convertirse en un problema severo para los bebés y niños pequeños.
Introducción básica al estreñimiento
El estreñimiento se define como movimientos poco frecuentes del intestino o a la inhabilidad de hacer popó. Esto es un problema más común en los bebés mayores o niños pequeños que están experimentando con alimentos nuevos en sus dietas, pero también le puede suceder de manera inesperada a los bebés.
¿Qué causa el estreñimiento?
Un cambio en la dieta suele provocar los cambios en las deposiciones, especialmente más adelante en la infancia cuando incorporas alimentos sólidos en la dieta de tu bebé. Entre los 12-36 meses es el periodo estelar para que el estreñimiento suceda ocasionalmente con los cambios de dieta.
Pero hay muchas otras razones menos obvias que causan el estreñimiento, como:
- Medicamentos que tu bebé pueda estar tomando que interfieran con su sistema digestivo.
- No tomar suficiente agua, formula o leche materna
- No recibir la suficiente fibra
- Estar muy estresado o ansioso, normalmente debido a cambios en la rutina
- Evitar usar la bacinilla por miedo
- Viajar o estar sentado por periodos largos
Los síntomas del estreñimiento
Las señales más obvias del estreñimiento en los bebés y niños pequeños son los movimientos intestinales poco frecuentes y sobre esforzarse al tratar de hacer popó. Es posible que la cara de tu bebé se torne roja a medida que se esfuerza para mover los intestinos, mientras que tu niño en entrenamiento de control de esfínteres posiblemente te dirá que le duele ir al baño. Otros indicadores del estreñimiento incluyen:
- Que tu bebé llore cuando intente hacer popó
- Popó suelto en el pañal o ropa interior en los intermedios de intentar hacer popó
- Popó duro, con sangre o muy oscuro
- Que tu bebé se queje de dolores de estómago constantes
- Un estómago hinchado
- Que a tu bebé le de miedo intentar usar la bacinilla
- Comer poco o no tener apetito
Cuando el estreñimiento puede ser problemático
La mayoría de los bebés de hasta un mes hacen popó algunas veces al día. Para los bebés de dos meses o más, ese número disminuye a una o dos veces al día o día de por medio. Es posible que los bebés en lactancia hagan popó con menos frecuencia por la manera como digieren la leche materna. Generalmente, los bebés más grandes o los niños pequeños hacen popó una vez al día pero podrían también hacerlo una vez cada dos o tres días.
Si tu bebé parece hacerlo con regularidad de acuerdo con este horario, y no se está sobre esforzando o tiene dolor, probablemente no tiene ningún problema. Si tu bebé pasa más de tres días sin hacer deposiciones y parece estar hinchado, incomodo o con dolor, debes ir al pediatra. Todo bebé de menos de dos meses que tenga síntomas de estreñimiento deben ver al doctor lo más pronto posible.
El estreñimiento crónico o frecuente en tu bebé o niño pequeño puede ser señal de un problema subyacente que debe ser revisado por un pediatra.
Cómo poner las cosas en marcha
Afortunadamente, tu bebé puede superar la mayoría de casos de estreñimiento con tu ayuda. Las tres cosas claves para recordar son agua (o formula o leche materna para bebés), fibra y ejercicio.
Si tu bebé pasa por un episodio de estreñimiento, intenta darle más leche materna o formula para mantenerlo hidratado. Cuando ya esté ingiriendo alimentos sólidos, o hacia los 7 a 12 meses, puedes darle 0.8 litros o aproximadamente 27 onzas de agua al día. Los niños de 1 a 3 años deben ingerir 1.3 litros o aproximadamente 43 onzas de agua al día.
La fibra debe convertirse en un elemento básico de la dieta de tu bebé. Si lo estas amamantando, asegúrate de recibir bastante fibra en tu propia dieta de granos integrales, frutas y vegetales. Alimenta al niño pequeño y al bebé que ya ingiere sólidos con alimentos llenos de fibra como ciruelas, espinaca, brócoli, peras y avena.
¡No olvides mantenerte en movimiento con tu bebé! El ejercicio es esencial para varias funciones corporales, incluyendo mantener al estómago saludable. Haz movimientos de bicicleta con tu bebé. Baila o sal a caminar con tu pequeño. Crea una rutina de ejercicios que les guste hacer juntos y ¡mantenla!
En ocasiones, el estreñimiento puede ser normal, pero a veces es señal de otros problemas de salud en los bebés y niños pequeños. Si llegas a dudar de los síntomas de tu bebé, llama a tu doctor. Normalmente, cambios positivos en su dieta y el ejercicio pueden volver a poner en marcha su digestión.